Una reforma integral es un proyecto de gran magnitud que va a requerir de tiempo y buena planificación.

¿Por donde empiezo? Planifica tu reforma

Emprender una reforma puede ser un proyecto motivador para hacer que tu casa se convierta en el hogar que realmente buscabas. O ser la manera para poder arreglar todos esos fallos que no te gustan o que causen problemas que no permiten vivir cómodamente.

Aunque muchas personas se plantean realizar reformas integrales, esto les provoca muchas dudas. Y es normal. Hacer una reforma en casa, por pequeña que sea, puede traer muchas complicaciones en principio además de incomodidades. Al final de una reforma, siempre pasa, que uno se siente bien con lo que ha conseguido. Se encuentra con la casa de sus sueños, ¡Por fín! Pero mientras duran las obras, la incertidumbre porque todo salga bien, problemas con los que no se contaba o un presupuesto que, en ocasiones, parece que sube más de la cuenta pueden provocar tensión. También puede ocurrir que no se sepa ni por dónde empezar la obra que uno tenga entre manos, en especial, cuando se trata de una reforma de toda la casa. ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de pensar en un proyecto integral de reforma de tu casa?

Piensa en lo que necesitas

A la hora de realizar una reforma hay que pensar primero en lo que se necesita en lugar de lo que se quiere. A veces pensamos que tirar todo el baño y hacerlo nuevo es lo importante, y en ello se va el dinero del presupuesto, cuando la realidad lo que necesitamos es mejorar el estado de la cocina. Hay que separar los caprichos de las necesidades. Si uno primero se encarga de lo que la familia necesita puede que después haya dinero para poder plasmar algún que otro capricho estilístico.

Antes de empezar con ninguna obra, o si quiera contratar a los profesionales, es momento de sentarse juntos en familia y poner por escrito el tipo de reforma que necesita la casa. De esta manera se tendrá claro lo que se busca a la hora de ir a un profesional para que realice la obra. ¿Qué se necesita para que la casa sea más funcional? Seguro que sabrás identificar los diferentes problemas que tiene la casa.

El presupuesto puede poner límites

Esto es algo que todo el mundo entiende. Cuando tienes un presupuesto ajustado pondrá límites a los trabajos a realizar. Se puede recurrir a páginas en Internet que pueden hacer una simulación de lo que te costará, más o menos, la reforma que quieres y necesitas realizar en tu hogar. Esto puede darte una idea aproximada de lo que tu presupuesto puede darte.

Si el presupuesto es ajustado hay que tener prioridades. ¿Qué corre más prisa? ¿Qué necesita tu familia para poder estar bien en casa? A lo mejor debes elegir entre quitar cosas de la lista a reformar y dejarlas para otro momento.

Busca, compara y estudia diferentes presupuestos

Esto es algo que todo el mundo tiene que saber ya. Cuando se está buscando a un profesional, interiorista o arquitecto, que se encargue de la obra hay que preguntar en diferentes lugares.

Gracias a Internet hoy es muy sencillo poder encontrar la empresa que mejor se adapte a tus necesidades. Gracias a las opiniones que en las páginas se pueden encontrar puedes hacerte una idea de cómo trabaja, si son rápidos y de calidad, qué tal a nivel económico. Otra manera de encontrar buenos profesionales es mediante el boca a boca. Casi todo el mundo conoce a alguien haya hecho una reforma en casa. Se le puede preguntar qué tal fue su experiencia con la empresa contratada. Una vez que se hayan hecho estas gestiones hay que preguntar en varios sitios y la empresa que más se adapte a lo que buscamos y al presupuesto sugerido será la encargada.

La importancia de la documentación

En algunas ocasiones será necesario contar con un permiso de obra para realizar la reforma. Este tipo de trámite no debe asustar a nadie, es un papeleo sencillo de realizar que la misma empresa encargada de hacer la obra puede gestionar.

Se recomienda que se haga un contrato con la empresa que haga la reforma en la que queden claros los diferentes trabajos que se van a realizar, el presupuesto final, en caso de haber problemas con los que no se había contado que pasará y cosas por el estilo. Este contrato es vinculante por lo que evitará problemas con la empresa porque todo lo que hay que hacer estará por escrito. No es desconfianza, es la mejor manera de evitar discusiones sobre todo cuando aparecen problemas que se desconocían.

Ser comunicativos

Debes decir lo que piensas y lo que quieres para que la empresa contratada sepa a que se enfrenta y haga el trabajo de la mejor manera posible. A veces pasa que según avanza la obra, al dueño, no le gusta lo que está viendo y en lugar de explicarlo se calla. Después eso se queda como un punto negativo hacia la empresa y no es correcto. Si algo no se quiere de una manera determinada o no gusta lo que se está haciendo hay que decirlo en el momento. La realidad es que, hacer un cambio en el plan establecido, puede conllevar tener que pagar más dinero o trastocar los planes que se tienen. Pero es mejor expresar lo que uno siente antes de que, al final, se consiga el efecto contrario: que la casa no sea la de tus sueños.

La reforma va a llevar su tiempo

Las personas somos impacientes por naturaleza, lo queremos todo ya. Pero una reforma, y más si es integral, va a requerir de tiempo. Esto traerá consigo diferentes incomodidades, tal vez haya que mudarse a otro lado mientras se realizan las obras, y a veces parece que la obra no avanza tan rápido como uno quisiera. Antes de empezar debes mentalizarte de que los trabajos no acabarán de un día para otro. La paciencia, en este caso, será una virtud a valorar y tener en cuenta.

Fuente: estrelladigital.es

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